Poco
a poco me voy mentalizando, haciendo a la idea de no volver a verlo. Y
me voy dando cuenta de lo absurdo del asunto, de que solo lo conozco de
tres días o por ahí, de la rabia y el rencor que pude llegar a cogerle a
Jenni. Y me tranquilizo sumergiéndome en la idea de que solo fue un
capricho. Que aquellas palabras de '' ni te imaginas lo que me hubiese
gustado hablar contigo '' fueron, como dijo Belén, mera tontería. Y
empiezo a olvidarlo todo, recordándolo como un simple tiempo corto en el
que viví una tontería de niña de catorce años, si, aunque me moleste
oír del resto de gente que a los catorce no se tienen sentimientos y que
es solo juegos de niñas, esta vez doy toda la razón a esas palabras.
¿Como un hombre de veintipico se iba a fijar en una niña de catorce? Y
encima con mis granos, y mis pocas tetas, por no decir ningunas, que,
aunque el físico no lo sea todo, para aquel tipo si que debía serlo.
Y pasan los días, y las semanas, y los meses. Y ese recuerdo, de aquel vigilante vestido con bañador rojo se va esfumando de mi, aunque siempre queda una espinita, pero creo que consigo sacarlo.
Y el tiempo sigue, mi vida sigue. Alba, por fin consigue que Diana deje ver a los niños a su familia, aunque esta no vuelva con su hermano, pero consiguen tener casi la misma relación de antes, incluso se siguen llamando cuñadas. Mi familia, igual, yo, loca por mi hermana Laura, y mis hermanos, cada vez más por culeros. Jenni, no para ella sigue igual que siempre, sin saber de quien está enamorada, y ligoteando finde si, y finde también con cualquiera. Y yo, sin comerme una rosca, pero feliz, y fantaseando en que algún día llegará mi príncipe azul, cosa que en el fondo, estoy segura de que no pasará nunca.
Un año, ha pasado un año desde que supe que no lo iba a volver a ver. Desde que Jose me dijo que se había ido de la ciudad, y yo, sigo con mi cosita de no haber hablado más con él, no por nada, pero quizás, podríamos haber sido amigos.
Siete de la tarde, en el polideportivo, con Jenni y Belén. Viendo como juega al fútbol el nuevo ligue de Jenni. A Belén y a mí, nos da sed, pero Jenni, prefiere quedarse viendo a su amor. Mi amiga y yo nos levantamos y vamos a la fuente de agua. Como siempre, mi despiste no me deja ver el grupo de hombres que tengo a unos cincuenta metros delante de mí sentados en un banco, y me inclino hacia ellos para beber agua de la fuente. De pronto, escucho un silbido que me sonroja, abro los ojos, y los veo a todos distraídos, excepto a un chico, que me sonríe, lleva camiseta marrón, es moreno, y va peinado a lo ''goku''. Creo que es por el escote, que al inclinarme se me ha visto algo ( ya tengo las tetas algo más grandes que el año pasado, no mucho, pero si), me da vergüenza, y me doy la vuelta rápidamente. Pero mi amiga, me avisa que se está acercando.....
Y pasan los días, y las semanas, y los meses. Y ese recuerdo, de aquel vigilante vestido con bañador rojo se va esfumando de mi, aunque siempre queda una espinita, pero creo que consigo sacarlo.
Y el tiempo sigue, mi vida sigue. Alba, por fin consigue que Diana deje ver a los niños a su familia, aunque esta no vuelva con su hermano, pero consiguen tener casi la misma relación de antes, incluso se siguen llamando cuñadas. Mi familia, igual, yo, loca por mi hermana Laura, y mis hermanos, cada vez más por culeros. Jenni, no para ella sigue igual que siempre, sin saber de quien está enamorada, y ligoteando finde si, y finde también con cualquiera. Y yo, sin comerme una rosca, pero feliz, y fantaseando en que algún día llegará mi príncipe azul, cosa que en el fondo, estoy segura de que no pasará nunca.
Un año, ha pasado un año desde que supe que no lo iba a volver a ver. Desde que Jose me dijo que se había ido de la ciudad, y yo, sigo con mi cosita de no haber hablado más con él, no por nada, pero quizás, podríamos haber sido amigos.
Siete de la tarde, en el polideportivo, con Jenni y Belén. Viendo como juega al fútbol el nuevo ligue de Jenni. A Belén y a mí, nos da sed, pero Jenni, prefiere quedarse viendo a su amor. Mi amiga y yo nos levantamos y vamos a la fuente de agua. Como siempre, mi despiste no me deja ver el grupo de hombres que tengo a unos cincuenta metros delante de mí sentados en un banco, y me inclino hacia ellos para beber agua de la fuente. De pronto, escucho un silbido que me sonroja, abro los ojos, y los veo a todos distraídos, excepto a un chico, que me sonríe, lleva camiseta marrón, es moreno, y va peinado a lo ''goku''. Creo que es por el escote, que al inclinarme se me ha visto algo ( ya tengo las tetas algo más grandes que el año pasado, no mucho, pero si), me da vergüenza, y me doy la vuelta rápidamente. Pero mi amiga, me avisa que se está acercando.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario