lunes, 30 de abril de 2012

Capítulo 4. Anonadada.

Tarde tranquila. Estoy escuchando música en mi habitación, encerrada. Hoy, las chicas me han dicho de salir, pero no me apetece, no sé porqué, pero no estoy de humor. Canto en voz alta, como una loca, mientras en mi cabeza, se repite una y otra vez la mirada de aquel vigilante. Me viene a la cabeza el título de la serie ''Los vigilantes de la playa'', y me descojono yo sola de la risa. Me da sed, y al levantarme, veo en mi móvil 17 llamadas perdidas de Alba, mi prima.

Mi familia es bastante grande, por parte de padre, mi abuela, tubo 14 hijos y ya somos sesenta y pico nietos; y por parte de madre, mi abuela tubo 5, y somos 7 nietos. Pero Alba, es más que una prima, es mi mejor amiga, algo especial, la que sabe todo de mí, la que me guía por el camino correcto, ella es un año más pequeña que yo, pero nos compenetramos a la perfección. En mi familia (por parte de padre) hay una muy mala costumbre, y es que, cuando uno de los hermanos, se separa o divorcia, dejan de tener roce, con la ex-mujer o marido, y también con los hijos. Por lo cual, yo, paso muy desapercibida con los hermanos y sobrinos de mi padre. Menos con los padres y hermanos de Alba, que son como una segunda familia para mí.

La llamo asustada, ya que ella nunca me llama tanto, si a la primera no se lo cojo, espera a que yo la llame. Me cuenta llorando e histérica, que su hermano, Javi, se ha divorciado de su mujer, Diana. Me explica sollozando, que ahora a sus sobrinos los verá menos. ¿Lo peor? Que ella siempre se ha llevado genial con Diana, y ahora, lógicamente están de riñas. Y hay algo que me cuenta casi a escondidas, como si no quisiera, y es que ella, lo ha denunciado a él por malos tratos. Alba me cuenta que es mentira, que lo ha hecho para joder, ¿como me quedo? Anonadada, sin saber que pensar, porque a Diana, que la conocía muy bien, jamás la hubiese visto capaz de hacer tal cosa. Y a mi primo Javi, tampoco.

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