lunes, 21 de mayo de 2012

Capítulo 18. SMS (Segunda parte).

Miro a mi hermana, y veo, como deja de jugar con la arena de golpe, y fija la mirada en algo. En los hijos de Diana. Y corre hacia ellos para jugar. Me levanto en su busca. Y, tímida, intento hablar con Diana. Antes me llevaba genial con ella, pero desde la separación con mi primo, no había vuelto a hablarle. Solo sabía que tenía una relación cordial con mi prima Alba y su familia.

- ¡Hola! - le digo -.
- Haz me el favor de quitar a ese niña del lado de mis hijos - me contesta secante -.
- ¿Perdona? Pero si se adoran.
- No quiero que nada de lo que rodea al padre de los niños se acerquen a ellos.
- Es injusto Diana, ellos no debería de pagarlo, se quieren mucho.
- ¿Os conocéis? - Se acerca Alejandro -.
- No - contesta Diana -.
- Os presentare ...
- No hace falta - le corta ella echándole una mirada desafiante -.

Coge a sus hijos y se va, dejando a mi hermana extrañada, con cara de confusión, le digo que no pasa nada, y que se vaya a jugar con Jenni, que, en ese momento se acerca para comunicarnos algo.

- En dos días viajo.
- ¿Si? ¿A donde? - pregunto -.
- Pues no sé, creo que a Marbella.
- ¡Vaya! - exclama Alejandro - qué suerte, y pensar que yo este verano no voy a tener vacaciones.
- Tendremos que estar en contacto ¿no? - le dice Jenni a Alejandro, dejandome boquiabierta -.

Y le pide el número de teléfono, él, me dice que lo apunte yo también. Y nosotras les damos el nuestro. Aquello me parece increíble. En una mañana he conseguido su número, y lo peor, su edad. Es demasiado mayor, y yo, también me he echo serlo. Nos despedimos de él, y nos dice que nos llamará. Me voy a casa con aquella ilusión.

Jenni, se va a Marbella. Pasan cuatro días, y parece que aquella semana santa se me hiciera eterna. Nada. Ni un miserable toque. Me desesperaba mirando el móvil, y por supuesto, yo no iba a ir a Playa azul, pero, mientras miraba la pantalla de aquel aparato, que estaba en silencio, una breve vibración me alarmó.

''Vigilante'' Apareció en la pantallita. ¡Por fín! Un toque de él. Se lo contesté, y llamé corriendo a Jenni para decírselo. A ella no le había dado nada, e incluso parecía molesta ''ya me lo dará'' me dijo. Mientras hablaba con ella se escuchó un ''bip'' que supuse que sería un mensaje de una llamada perdida de él, al contestarme mientras yo hablaba con Jenni. Pero no, al colgarle era un sms de texto que decía ''Hola guapísima, q tal?'' ¿Como es posible que un simple mensaje al móvil me hiciera sentir aquello? Era un cúmulo de sentimientos increíbles. Ese mariposeo en la barriga del que tanto había oído hablar, del que pensaba que era una metáfora, por fin lo experimenté, y no, no era una metáfora, era muy real, como un vértigo. Una sonrisa tonta se dibujó en mi cara de oreja a oreja, me sentía absurda, pero no podía parar. Le contesté un simple ''ey! muy bien y tu?''. Y los 50 segundos que tardó en contestarme, se hicieron horas, no paraba de mirar el móvil. Me volvió a contestar, y, al ver ese mensaje, el politono que tenia para los sms, esa que me parecía tan fea y ridícula, de repente, se convirtió, en la más dulce de las melodías.

2 comentarios:

  1. chiquilla, definitivamente has encontrado tu vocacion ;) animo y continua escribiendo!

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  2. De lo poco que he leido me gusta mucho ya :) Yo tambien tengo mis heistorias y son bastante largas como la tuya :) Si quieres verlas dimelo :) Te quiero seguir pero no sé como porque no me deja -.-

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